Ricardo Jiménez
Siendo muy joven la vida me dio un regalo que me marcaría por siempre, la muerte inesperada de mi hermano menor. En ese momento no podía encontrarle sentido alguno a lo sucedido, pero décadas más tarde mi pregunta ¿por qué? se convertiría en un ¿para qué?, cuya respuesta sería motor e inspiración para trabajar en temas de desarrollo humano.

 

Nuestras vidas pasan muy rápido y a pesar de que muchos queramos aprovecharla al máximo siendo felices y sintiéndonos realizados, muy pocos lo logran. Esto nunca fue tan evidente para mi como durante mi carrera corporativa en la cuál por más de 20 años trabajé en la industria de Tecnología e Información (15 de estos años en Microsoft) dirigiendo o siendo parte de equipos de Desarrollo de Software, Mercadeo, Consultoría y Ventas.

 

Durante estos años mi gestión se extendió a más de 34 países y territorios en los cuáles pude servir de consultor o asesor para más de 300 empresas (públicas y privadas) en diversos proyectos o iniciativas. Tuve la gran oportunidad de participar de equipos de altísimo rendimiento, así como de equipos que no se los desearía a mi peor enemigo. Este contraste me llevó a notar (gracias a mi hermano) que muchas de las teorías de Liderazgo, Manejo y Motivación de Personal si bien parecen ser correctas en la superficie, dejan de lado el verdadero motivo del bajo desempeño de una persona (tanto en su vida personal como profesional): el estar dormido.

 

¿Pero cómo dormido, si esa persona camina, habla y come?

 

Claro, me explico. Muchas personas en la mañana abren los ojos, se levantan, se lavan los dientes, desayunan y salen a trabajar. Pero eso no significa que hayan despertado, por el contrario, están lejos de estarlo. No han despertado porque andan en modo automático, haciendo todo por costumbre. No han despertado porque creen que el trabajo es un mal necesario, una especie de castigo para poder comer. No han despertado porque creen que no pueden ser exitosos si siguen sus sueños. No han despertado porque creen que su felicidad es responsabilidad de su jefe, la empresa para la que trabajan, sus amigos, sus padres o su pareja. No han despertado porque están en una zona de confort donde se han acostumbrado a una vida mediocre dominada por miedos e inseguridades. No han despertado porque no logran ver las oportunidades que la vida les pone al frente justo sobre su nariz. No han despertado porque toman decisiones basadas en miedos y por lo tanto nunca toman riesgos. No han despertado porque reaccionan automáticamente a las situaciones que la vida les pone por delante, en lugar de elegir sus respuestas conscientemente. No han despertado porque no logran ver en los demás su propio reflejo, por lo que pasan juzgando, compitiendo o peleando con otros. No han despertado porque sus decisiones son basadas en miedos. No han despertado porque pasan comparando sus vidas, sus experiencias y hasta sus cuerpos con los de los demás. No han despertado porque no se dan cuenta que la forma en como realicen su trabajo es un reflejo de lo que llevan por dentro. No han despertado porque arrastran un saco de resentimientos, culpas y preocupaciones por donde sea que vayan. No han despertado porque no son conscientes de su poder. No han despertado porque se ven víctimas de las circunstancias y de su pasado en lugar de creadores de su futuro. No han despertado porque no deciden de una vez por todas cambiar el rumbo de su vida. No han despertado porque no se dan cuenta que su vida puede terminar en cualquier momento, y por lo tanto dejan todo para después y no buscan activamente y con toda la pasión del mundo ser la mejor versión de sí mismos hoy.

 

Es así como nació Synchronicity y es así como hemos impactado en 3 continentes a cientos de personas, equipos y empresas de una manera profunda y permanente. No creemos en los arreglos rápidos, los atajos ni las pastillas mágicas. No creemos en la efectividad de la gran mayoría de soluciones de “team building”, liderazgo y motivación que se ofrecen en nuestros mercados, a pesar de ser bien intencionados. Creemos en atacar el problema de raíz. Creemos en despertar a las personas a su poder. Creemos en reflejarles honestamente las consecuencias de no tomar decisiones conscientes en sus vidas y sus trabajos. Creemos en que nuestro mundo exterior es un reflejo de nuestro mundo interior, y por eso creemos que el camino hacia un equipo de alto desempeño es el mismo camino hacia una vida de felicidad y realización: un camino de despertar que inicia dentro de cada uno de nosotros.

 

En Synchronicity despertamos personas para que vivan sus sueños. Ese es nuestro porqué, y te invitamos a experimentar con nosotros la transformación que ocurre cuando despiertas.

 

Ricardo Jiménez. Director de Synchronicity.

 

Dedicado a mi hermano Roberto.